Osteoporosis Fracturas
¿Qué es la Osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad sistémica esquelética que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la microarquitectura de los huesos, lo que supone un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas.
Esta patología es asintomática y puede pasar desapercibida durante muchos años hasta que finalmente se manifiesta con una fractura.
¿Cuales son las Causas?
El origen de la osteoporosis
debe buscarse en los factores que influyen en el desarrollo y la
calidad del hueso. El riesgo de padecer osteoporosis vendrá determinado por el nivel máximo de masa ósea que se obtenga en la edad adulta y el descenso producido por la vejez. Con el envejecimiento, con su aparición intervendrán factores genéticos y hereditarios.
Las hijas de madres que tienen osteoporosis, por ejemplo, adquieren un
volumen de masa ósea inferior que el de hijas de madres con huesos
normales, y lo mismo sucede con gemelos univitelinos.
La mala alimentación, la desnutrición, la falta de ejercicios físicos y la administración de algunos fármacos también pueden favorecer la aparición de la osteoporosis. Sin embargo, la menopausia es uno de los factores que más influye en su desarrollo en las mujeres,
ya que la desaparición de la función ovárica provoca un aumento de la
resorción ósea.
Síntomas
Durante años se ha conocido a la osteoporosis como la epidemia silenciosa debido a que esta patología no produce síntomas, aunque el dolor aparece cuando surge la fractura.
Los especialistas señalan que algunas fracturas vertebrales pueden
pasar desapercibidas puesto que no se producen síntomas. En estos casos
se pierde la oportunidad de frenar la pérdida de masa ósea y reducir el
riesgo de nuevas fracturas.
Las fracturas más comunes en la osteoporosis son las del fémur proximal, humero, vértebras y antebrazo distal (muñeca).
Fractura vertebral
En estos casos el paciente presenta un dolor agudo muy intenso que aparece cuando hace esfuerzos leves, como la carga moderada de peso, o un ligero traumatismo.
El paciente tendrá una contractura que le impedirá realizar maniobras de flexión y/rotación de la columna. La crisis suele durar de dos a tres semanas
y la intensidad del dolor irá disminuyendo de forma progresiva en los
tres meses siguientes; la remisión puede ser total o parcial.
Fractura de cadera
En este apartado están incluidas todas las fracturas que van desde la
cabeza del fémur hasta aproximadamente 5 cm del troncanter menor.
Los especialistas consideran que las fracturas de cadera son indicativas de osteoporosis cuando se producen tras un traumatismo de baja energía,
como una caía cuando la persona está de pie. Las fracturas de alta
energía, como las que se producen tras un accidente de tráfico, no se
consideran un síntoma de la osteoporosis.
Fractura de antebrazo distal
Esto conlleva a las fracturas que se presentan en la extremidad distal del radio. Este tipo de
fracturas asociadas a la osteoporosis se asocia a una densidad mineral
ósea baja y la presencia de un traumatismo de baja intensidad, como una
caída sobre la mano.
La sospecha de osteoporosis debe aparecer si tras la caída el paciente siente dolor en la región de la muñeca unido a la impotencia funcional.
Prevención
La prevención de la osteoporosis es
fundamental para evitar el avance de la patología. Estas son algunas
recomendaciones para conservar y aumentar la densidad ósea:
- Mantener un consumo adecuado de calcio.
- Practicar ejercicios físicos en los que el paciente no tenga que soportar peso corporal. Algunos estudios recientes han demostrado que los ejercicios en los que es necesario que los músculos muevan los huesos mantienen e incluso pueden aumentar la densidad ósea. Uno de los más recomendables en este sentido es el body pump.
- Seguir un tratamiento farmacológico, si lo prescribe el médico.
¿Cómo prevenir una fractura?
- Dieta rica en calcio.
- Realizar actividad física moderada.
- Evitar el sedentarismo
- Evitar hábitos tóxicos.
- Aprender a prevenir caídas.
- Correctas normas posturales.
Tipos
Existen distintos tipos de osteoporosis:
- Osteoporosis posmenopáusica: la causa principal es la falta de estrógenos. En general, las molestias aparecen en mujeres de 51 a 75 años de edad, aunque pueden empezar antes o después de esas edades.
- Osteoporosis senil: resultado de una deficiencia de calcio relacionada con la edad y de un desequilibrio entre la velocidad de degradación y de regeneración ósea. Afecta a las personas que por lo general cumplen 70 años o más y es dos veces más frecuente en las mujeres que en los varones.
- Osteoporosis secundaria: Puede ser consecuencia de ciertas enfermedades, como la insuficiencia renal crónica y ciertos trastornos hormonales, o de la administración de ciertos fármacos, como corticoesteroides, barbitúricos, anticonvulsivantes y cantidades excesivas de hormona tiroidea.
Diagnóstico
Dado que en la actualidad hay muchas
lagunas de conocimiento sobre la enfermedad, la Sociedad Española de
Reumatología señala que es difícil establecer unos criterios
diagnósticos claros y contundentes que abarquen, además, el riesgo de
fractura.
En la actualidad, la densitometría ósea es la mejor técnica que existe para medir la masa ósea,
aunque los especialistas señalan que hay excepciones, ya que la prueba
indica la densidad mineral ósea del paciente, y éste es otro de los
factores de riesgo de la osteoporosis.
Tratamientos
La selección del tratamiento dependerá de
las características del paciente. Los expertos recuerdan que para que
sea eficaz debe seguirse de forma constante durante varios años.
Los fármacos que se emplean en la actualidad para combatir la osteoporosis consiguen detener la resorción ósea y evitar la pérdida del mineral. Son los llamados inhibidores de la resorción
entre los que se encuentran, los estrógenos, las calcitoninas, los
bisfosfonatos (etidronato, alendronato y risedronato), los moduladores
selectivos de los receptores estrogénicos (raloxifeno) e incluso las
estatinas, unos fármacos que inicialmente se empleaban para combatir el colesterol.
Deficiencias nutricionales
Respecto al calcio, al ser un nutriente, la mejor forma de ingerirlo
es con la comida. La mayor parte del calcio se obtiene con la leche y los derivados lácteos.
El contenido de vitamina D de los alimentos es muy bajo, a excepción
de algunos pescados grasos, por lo que la mejor forma de adquirir esta
vitamina es a través de tomar el sol de forma prudente.
Los pacientes de edad avanzada no suelen exponerse al sol por lo que
en muchas ocasiones deberán tomar suplementos de vitamina D para
asegurarse de que cumplen los requerimientos diarios.
Modificación de estilos de vida
Los expertos recomiendan evitar la inmovilidad y
seguir pautas fisioterápicas que limiten la deformidad y el dolor, así
como abstenerse de fumar e ingerir grandes cantidades de alcohol.
Ejercicio físico
Realizar deporte aumenta la masa ósea durante el crecimiento de los
niños y adolescentes y, además, puede ayudar a reducir la pérdida en las
personas de edad avanzada.
También tiene otros beneficios: aumenta la flexibilidad, la
coordinación y la fuerza muscular, lo que ayuda a reducir el riesgo de
caídas.
Los especialistas indican que el ejercicio debe adaptarse a las circunstancias del paciente y recomiendan realizar un paseo diario para preservar los patrones motores del enfermo.
Riesgo de caída
Existen algunos factores modificables que propician las caídas de los ancianos y que se pueden modificar para reducir el riesgo, como el consumo de sedantes. Estas sustancias aumentan la posibilidad de que sucedan las caídas y aparezcan las fracturas.
Otros fármacos como los antihipertensivos, los barbitúricos y los
hipoglucemiantes también se han asociado al aumento de riesgo de caídas.
¿Quién puede padecer la osteoporosis?
Tal y como señalan desde la SER, la más frecuente es la que afecta a
las mujeres mayores, ya que esta patología está asociada al
envejecimiento y a la menopausia. De hecho, las fracturas osteoporóticas no suelen aparecer antes de los 65 años.
En mujeres más jóvenes la osteoporosis suele estar asociada a otras
enfermedades o a sus tratamientos, como por ejemplo: hipertiroidismo,
administración de corticoides, enfermedades hepáticas, mala absorción,
antiepilépticos, etcétera.
¿Cómo afecta a la calidad de vida?
La osteoporosis no afecta excesivamente a la calidad de vida
del paciente, ya que muchas de las fracturas, sobre todo las
vertebrales, son asintomáticas. Sin embargo, cuando la fractura es
clínica produce dolor e incapacidad durante los tres meses siguientes y
puede llegar a dejar dolores residuales en el paciente, sobre todo para
estar de pie o hacer actividades que requieran flexiones de columna.
Factores de riesgo
Además de la masa ósea existen otros factores de riesgo independientes predictores de fractura:
- Tener antecedentes familiares de fractura de cadera.
- Haber tenido fracturas después de los 50 años.
- Poseer un índice de masa corporal menor a 20.
- Presencia de deformidad vertebral morfométrica.
- Consumir tóxicos, como el alcohol o el tabaco.
Estos factores unidos a la edad ayudan a determinar qué personas tienen más riesgo de desarrollar osteoporosis.
Desde la SER insisten en que esta patología puede afectar a cualquier
persona, incluidos niños y adolescentes, varones de cualquier edad y
mujeres premenopáusicas. “No obstante, en estos casos, son poco
frecuentes y suele asociarse a alguna enfermedad importante.
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